La muerte de un ciudadano canadiense detenido por agentes de inmigración de Estados Unidos ha desatado nuevas interrogantes sobre las condiciones en los centros federales de detención migratoria. El fallecido fue identificado como Johnny Noviello, de 49 años, quien perdió la vida el pasado 23 de junio mientras se encontraba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el Federal Detention Center de Miami, Florida.
De acuerdo con el comunicado oficial de ICE, Noviello fue hallado inconsciente a las 12:54 p. m. y, pese a los esfuerzos de reanimación, fue declarado muerto por los servicios médicos a la 1:36 p. m. Estaba a la espera de una audiencia de deportación luego de haber sido arrestado el 15 de mayo, durante su proceso de libertad condicional tras una condena por delitos relacionados con drogas y crimen organizado.
Nacido en Canadá y residente permanente en Estados Unidos desde 1991, Noviello había sido condenado en octubre de 2023 en el estado de Florida. Su caso pone de relieve cómo incluso personas con estatus migratorio regular pueden terminar en custodia de ICE, con consecuencias trágicas.
Precedentes inquietantes
Aunque poco visibilizados en la opinión pública, los ciudadanos canadienses no están exentos de las políticas migratorias agresivas implementadas por Estados Unidos. En 2020, James Thomas Hill, un canadiense de 72 años, murió en un centro de detención en Virginia tras presentar síntomas respiratorios. Casos similares han sido denunciados en años recientes por familiares, activistas y diplomáticos, quienes señalan la falta de atención médica y condiciones inadecuadas.
Un informe reciente de organizaciones pro derechos humanos en EE. UU. sostiene que más del 40 % de los detenidos por ICE no tienen antecedentes penales, lo que alimenta críticas sobre detenciones masivas, racializadas y, en muchos casos, innecesarias. Además, la falta de supervisión médica adecuada ha sido señalada como un factor recurrente en las más de 250 muertes registradas bajo custodia de ICE desde el año 2003.
Canadá guarda silencio
Hasta el cierre de esta edición, el gobierno de Canadá no se ha pronunciado públicamente sobre el fallecimiento de su ciudadano. Tampoco se ha informado si se solicitó formalmente una investigación independiente o si se brindó apoyo consular a la familia del fallecido.
La creciente lista de muertes bajo custodia migratoria plantea un dilema diplomático para Ottawa: ¿debe mantenerse al margen o exigir una rendición de cuentas más firme frente a su principal socio y vecino?
El caso de Johnny Noviello no solo representa una tragedia individual, sino que reabre un debate urgente sobre el trato a los migrantes, incluso aquellos con ciudadanía de países considerados aliados estratégicos.