BOULDER, COLORADO — 3 DE JUNIO DE 2025. A dos días del atentado en Pearl Street Mall, en Boulder, las autoridades estadounidenses han intensificado las investigaciones en torno al sospechoso, Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, quien atacó con artefactos incendiarios a un grupo de manifestantes proisraelíes, dejando 12 personas heridas.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó este martes que la esposa y los cinco hijos de Soliman han sido detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en un operativo coordinado en Denver. Según la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se indaga si los familiares estaban al tanto de los planes del atacante o si colaboraron antes o después del hecho.
“En esta administración no vamos a permitir zonas grises en la lucha contra el terrorismo doméstico. Si hubo omisión, silencio cómplice o colaboración, habrá consecuencias”, declaró Noem en una conferencia de prensa en Washington D.C.
Según fuentes judiciales, la esposa del atacante habría entregado voluntariamente un teléfono que Soliman dejó en casa antes del atentado. El dispositivo contiene mensajes dirigidos a sus hijos, en los que se despide y alude a su deseo de “cumplir una misión”. No obstante, el propio Soliman habría dicho a los agentes federales que su familia no conocía sus intenciones.
El ataque del pasado 1 de junio, dirigido contra la organización Run For Their Lives, ha sido calificado como acto terrorista de odio antisemita. El FBI y el Departamento de Justicia lo vinculan con una “radicalización individual prolongada”, aunque no se ha confirmado pertenencia formal a ninguna célula extremista.
Este hecho ocurre apenas dos semanas después del atentado al Museo Judío en Washington D.C., donde murieron dos empleados de la embajada de Israel. Ambos casos son investigados por el FBI como posibles manifestaciones de una nueva ola de terrorismo motivado por antisemitismo.
El presidente Donald Trump reiteró ayer que este tipo de actos serán enfrentados con el “máximo rigor de la ley” y anunció medidas de control migratorio más estrictas. “El atacante entró con visa válida, pero nunca se fue. Esa falla del sistema migratorio terminó costando vidas. No más”, sentenció el mandatario.
Mohamed Soliman continúa detenido bajo cargos de intento de asesinato, uso de explosivos, terrorismo doméstico y crímenes de odio. Su audiencia preliminar está programada para el 5 de junio en la Corte Federal de Colorado.