
Kilmar Ábrego García, ciudadano salvadoreño que fue deportado por error y posteriormente regresado a Estados Unidos para enfrentar un proceso judicial, se declaró inocente ante un tribunal federal en Tennessee por el delito de tráfico de personas.
La defensa legal de Ábrego García ha calificado las acusaciones como infundadas y ha solicitado su liberación inmediata, argumentando que no existen pruebas sólidas que lo vinculen con las actividades señaladas. Según sus abogados, el caso representa una falla en el debido proceso y una criminalización sin sustento.
Por su parte, los fiscales federales sostienen que Ábrego tiene presuntos vínculos con la organización criminal MS-13 y han solicitado que permanezca detenido durante el desarrollo del juicio, citando razones de seguridad y riesgo de fuga.
El proceso judicial continúa bajo observación, dado el precedente de su deportación errónea y el contexto de acusaciones graves que involucran crimen organizado y tráfico de personas. El caso podría tener repercusiones legales y diplomáticas entre El Salvador y Estados Unidos.
