CARACAS — 10 de julio de 2025. El gobierno venezolano ha exigido públicamente la liberación inmediata de cerca de 200 ciudadanos venezolanos que fueron deportados desde Estados Unidos y trasladados directamente a una prisión de máxima seguridad en El Salvador. Las autoridades salvadoreñas los acusan de pertenecer al grupo criminal Tren de Aragua, pero Caracas denuncia detenciones arbitrarias y una violación a los derechos fundamentales de sus connacionales.
Paralelamente, en Caracas, cientos de personas salieron a las calles este jueves para exigir el regreso al país de al menos 30 niños venezolanos que permanecen en Estados Unidos tras haber sido separados de sus padres, expulsados en los últimos meses en medio de un aumento de deportaciones.
Entre los manifestantes se encontraba Mariale Castellano, una joven madre de 26 años deportada a Venezuela a finales de mayo. “Estuve cuatro o cinco meses esperando la deportación con mi hija, pero finalmente me separaron de ella”, denunció. Su hija de nueve años quedó bajo custodia de una familia de acogida en Estados Unidos.
Durante la manifestación fue leída una carta dirigida a representantes de la ONU en Venezuela, en la cual se exige una “acción urgente” para lograr la reunificación de las familias afectadas. La misiva denuncia que las separaciones están ocurriendo sin protocolos claros ni garantías para los menores.
A finales de junio, Venezuela acusó a Estados Unidos de “secuestrar” a 18 niños venezolanos, al tiempo que reiteró su rechazo al acuerdo de deportaciones masivas promovido desde febrero por la administración del expresidente Donald Trump. Este acuerdo ha permitido el retorno forzoso de más de 7,000 venezolanos en situación migratoria irregular.
Las demandas del gobierno y de los manifestantes apuntan a un mismo reclamo: el respeto a los derechos humanos de los migrantes, especialmente de los niños y de aquellos que han sido criminalizados sin el debido proceso legal.