San Salvador, 27 de mayo de 2025 — El Salvador ha oficializado el inicio de la primera Misión de Diseño de Sitios y Eventos Externos (SEED) en colaboración con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), marcando un hito en su camino hacia la implementación de energía nuclear en el país.

La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) y el Organismo para la Implementación del Programa de Energía Nuclear (OIPEN) han propuesto dos ubicaciones potenciales para la construcción de la primera planta nuclear: los departamentos de San Vicente y Chalatenango. Estas áreas han sido seleccionadas por cumplir con criterios rigurosos de seguridad física, viabilidad ambiental y sostenibilidad, según los estándares internacionales establecidos por el OIEA.

Durante esta jornada, expertos del OIEA y técnicos locales han iniciado la evaluación de estos sitios, enfocándose en aspectos como la sismicidad, disponibilidad de recursos hídricos, densidad poblacional y potenciales amenazas naturales. Este proceso busca garantizar que cualquier futura instalación nuclear opere bajo las más estrictas normas de seguridad y eficiencia.

El presidente de CEL y director de OIPEN, Daniel Álvarez, destacó la importancia de este paso: “Este es uno de los pasos más importantes de nuestro programa nuclear y tenemos el acompañamiento directo del OIEA, cuyos representantes han venido a El Salvador para revisar rigurosamente todos los sitios que se han propuesto.”

La implementación de energía nuclear en El Salvador promete múltiples beneficios:
• Estabilidad en la generación eléctrica: La energía nuclear permite una producción constante de electricidad, independiente de las condiciones climáticas, lo que contribuiría a una matriz energética más robusta y confiable.
• Reducción de emisiones contaminantes: Al no emitir gases de efecto invernadero durante su operación, las plantas nucleares podrían ayudar a El Salvador a cumplir con sus compromisos ambientales internacionales. 
• Impulso económico y tecnológico: La construcción y operación de una planta nuclear generaría empleos especializados y fomentaría la capacitación en áreas científicas y técnicas avanzadas.

No obstante, el proyecto también enfrenta desafíos significativos. Expertos han señalado preocupaciones respecto a los altos costos de inversión, la gestión de desechos radiactivos y la necesidad de una infraestructura adecuada para garantizar la seguridad y eficiencia de la planta.

El gobierno salvadoreño ha expresado su compromiso con la transparencia y la seguridad en todas las etapas del proyecto, asegurando que se cumplirán con los más altos estándares internacionales. La colaboración con el OIEA y la evaluación exhaustiva de los sitios propuestos son pasos fundamentales para garantizar el éxito y la sostenibilidad de esta iniciativa.

Con estos avances, El Salvador se posiciona como un pionero en la región centroamericana en la adopción de energía nuclear con fines pacíficos, buscando diversificar su matriz energética y fortalecer su independencia en la generación eléctrica.