La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, arremetió contra la nueva decisión del gobierno de Estados Unidos de bloquear la importación de ganado mexicano, calificándola de “totalmente exagerada”. ¿La razón? Un nuevo brote de la peligrosa “mosca de la carne”, cuyas larvas devoran los tejidos de los animales vivos.
El caso se detectó en el estado de Veracruz, activando un estricto protocolo de control en México: tratamiento inmediato, revisión de rebaños y liberación de moscas estériles para frenar la propagación del parásito, conocido por sus siglas en inglés como NWS (New World Screwworm).
A pesar de estas medidas, la ministra de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, anunció la suspensión de la reapertura de puertos de entrada, extendiendo la cuarentena y priorizando el combate contra este “parásito mortal”.
Sheinbaum defendió el trabajo de contención y señaló que la respuesta estadounidense es desproporcionada, sobre todo porque México acababa de retomar sus exportaciones tras el bloqueo anterior en 2024. Ese año, se habían exportado más de un millón de cabezas de ganado al país vecino.
El director del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria mexicano, Francisco Calderón, confía en que el caso estará resuelto en menos de dos semanas.
Mientras tanto, el brote deja claro que no solo las fronteras se cierran por razones políticas, también por larvas invisibles… pero letales.